pediatría
pediatría
- Supervisar de manera constante a niños sanos, mediante cuidados preventivos.
- Atiende enfermedades agudas o crónicas.
Con esto, el médico logra controlar el bienestar físico, mental y emocional del niño a lo largo de los diferentes periodos que vida: recién nacidos (0-6 días), neonatos (7-29 días), lactantes (desde 1 mes a los 2 años), preescolar (3-5 años) escolar (6-12 años), pubertad (13-15 años) y adolescencia (16-18 años); también en caso de ser necesario atenderá a los niños prematuros.
El médico pediatra deberá trabajar y hacer equipo con los padres del niño o niña para garantizar el desarrollo óptimo del pequeño. Esto quiere decir que los padres deberán asistir a las citas programadas y en caso de necesitar medicamentos los administrarán en los tiempos y formas correctas, entre mucho más.
De esta manera, se logrará facilitar la detección temprana de enfermedades que podrían poner en riesgo el desarrollo o hasta la vida de los niños.
¿Existen las especialidades pediátricas?
Entre las preguntas de qué es la pediatria, la duda de si tiene especialidades es muy relevante.
Lo cierto es que, en caso de que el médico pediatra lo crea necesario, podrá remitir al niño o niña a otras especialidades para complementar o apoyar los estudios y el tratamiento del paciente. Dentro de estas especialidades se encuentran:
- Alergólogo pediatra. Especialista enfocado en estudiar y detectar la aparición de alergias.
- Cardiólogo pediatra. Detecta y trata problemas cardiacos.
- Nefrología pediátrica. Se enfoca en los problemas renales o de las vías urinarias.
- Neonatólogo. Se encarga de atender a los recién nacidos durante o después del parto.
- Neuropediatría. Aborda enfermedades del sistema nervioso.
- Oncólogo pediátrico. Especialista centrado en el diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil.
- Psiquiatría infantil. Atiende los trastornos de salud mental en niños y adolescentes.
Estas son solo algunas de las especialidades pediátricas, las cuales se dividen teniendo en cuenta los órganos, aparatos o sistemas, la naturaleza de la afectación, la edad del paciente y la tecnología que se puede emplear para su tratamiento.
Es importante recordar que los niños no son adultos pequeños, son individuos que están viviendo cambios constantes en su cuerpo y mente, razón por la cual, al igual que en las personas adultas, deben contar con la atención de especialistas enfocados a cada una de sus necesidades.
Comentarios